Jarales
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Comarca eminentemente ganadera, antiguo asentamiento de colmenas, con una dedicación a la seda -gusanos, moreras-, hoy desaparecida, levanta, restos de la reconquista, bélicas siluetas en Alcaudete de La Jara -alcalat-, o en Navamoralejo, con la enigmática ciudad de Vascos, medieval y despoblada.
Embellecen la comarca los ríos Huso, Frío, Pedroso, Gévalo y Sangrera, creando un paisaje digno de ser contemplado y con unos pueblos tranquilos que conservan las características propias de la vivienda serrana, habitados por gentes sencillas y nobles.
EL CLIMA
Clima continental, con temperaturas extremas en verano e invierno y deliciosas aunque cortas primaveras y no menos gratos otoños son las características generales del clima en La Jara, no muy distinta en esto de sus comarcas vecinas. Las lluvias no son muy abundantes y no suelen llegar, como media anual, a los 80 días con precipitaciones; algunas de ellas en las zonas montañosas suelen ser de nieve en diciembre y enero.
FLORA
La jara común (cistus ladaniferus) es reina y símbolo de la flora de esta comarca, en la que también hay otras cistineas como el jaguarazo, el jarón, la jarguana, etc. Como también se dan los brezos y los ludiérnagos, los lentiscos y los retamos, los aulagos y coscojas, etc. Luis Moreno Nieto ha podido escribir que "es en extremo encantador el espectáculo que ofrece la florescencia al espectador que penetra en este territorio". Es obvio decir que tal variedad de flores proporciona calidad a la miel de la comarca.
CAZA Y PESCA
Toda la comarca de La Jara, como las restantes comarcas toledanas, es rica en caza menor, sobre todo liebre, conejo, perdiz y torcaces. Las liebres permiten la caza con galgo que da fama y trofeos a los galgos toledanos. Caza mayor, la hay muy abundante en los pueblos próximos a los Montes de Toledo, como Robledo del Mazo, Sevilleja de la Jara, o Los Navalucillos, en los que puede cobrarse venados, jabalíes y corzos.
Recordamos también que en Sevilleja de la Jara está el centro de rapaces ibéricas más importante de España. La pesca -lucio, boga, barbos- en algunos de los ríos de la comarca, afluentes meridionales del Tajo.
GASTRONOMÍA
La gastronomía jareña, participando hoy de la general de Toledo -perdiz estofada, asado de cordero, menestra de cordero y legumbres, espárragos y criadillas de tierra-, conserva platos autóctonos. Concedamos atención a las migas pastoras, a los embutidos "de monte" -venado, jabalí- y al asado de cabrito. Son excelentes las frutas y hortalizas, muy tempranas, de las huertas del Gévalo.
La miel, que en un pasado remoto fue su principal riqueza y cuya calidad "supera a la de la misma Alcarria", es igualmente digna de mención.
Algunos de los platos típicos de la comarca son éstos:
- En Aldeanueva de Barbarroya, moraga de cerdo en la época de las matanzas caseras.
- En Sevilleja de la Jara, migas y cabrito al horno.
- En Robledo del Mazo, migas con chorizo y torreznos, embutidos de carne de jabalí y venado.
- En Alcaudete de la Jara, gazpacho, huevos en leche, torrijas de leche, perrunillas, tortas de anises, cocido, morcillas y chorizos.
- En Aldeanueva de San Bartolomé, cocido castellano, estofado de perdiz y potaje.
- En Los Navalmorales, la casca de chorizos y morcilla.
- En Santa Ana de Pusa, cocido.
Citar en este sentido el libro La Gastronomía de la Jara con la que Pablo Fernández Montes recoge los productos, tradiciones gastronómicas, los diferentes platos y combinaciones de la Jara.