El presidente de la Diputación de Toledo, Arturo García-Tizón López, y la diputada delegada de Atención a la Mujer, Juventud y Deportes, Sagrario Gutiérrez, han hecho entrega esta mañana de 96 Desfibriladores Semiautomáticos Externos (DESA) al mismo número de Ayuntamientos, que lo habían solicitado conforme a la convocatoria realizada desde la Institución provincia.

En el acto oficial de entrega de los Desfibriladores han estado presentes los responsables municipales, que los solicitaron previamente, siendo en total 96 los Consistorios acogidos a esta iniciativa de la Diputación de Toledo.

El presidente de la Diputación ha adelantado que “en los próximos meses esperamos poder adquirir otra partida de desfibriladores, para que podamos ofrecérselos a aquellos Ayuntamientos que ahora no lo han solicitado”.

García-Tizón ha agradecido “el esfuerzo de los Ayuntamientos y de la propia Diputación para sufragar el coste de los aparatos, valorados en 900 euros, de los cuales los municipios han puesto el 50% y la Diputación el otro 50%. Hemos conseguido, entre todos, que 96 localidades dispongan de estos desfibriladores semiautomáticos externos”.

Por su parte, la diputada Sagrario Gutiérrez ha adelantado “la posibilidad de que los Ayuntamientos puedan formar a aquellas personas que consideren oportunas, a través de los cursos que, desde la Diputación, van a realizarse”.

En el turno de palabras de los alcaldes ha intervenido la alcaldesa de Ocaña, María de los Remedios Gordo, quién querido “dar las gracias por esta buena y necesaria iniciativa que ha tenido la Diputación de Toledo, que garantiza el deporte en nuestros municipios, y ahora aumenta la seguridad de su práctica”.

El coste de cada uno de los desfibriladores se ha fijado en 900 euros, de los cuales el 50% será aportado por la propia Diputación y el otro 50% por cada Ayuntamiento, que contarán así con un dispositivo esencial para salvar vidas a un coste muy razonable.

El presidente García-Tizón ha destacado “la importancia del reparto de los Desfibriladores, pues con ellos podrán evitarse tristes episodios ocurridos en el pasado en nuestra provincia, que se resolvieron trágicamente y que, quizás, contando con estos aparatos se hubiesen resuelto de otro modo”.

El servicio de Juventud y Deportes ha logrado convenir con el Colegio Oficial de Médicos de Toledo y la Consejería de Sanidad y Asuntos Sociales de la Junta de Comunidades para gestionar la adquisición y reparto de dispositivos portátiles para estimular eléctricamente corazones afectados de fibrilación ventricular y llevar a cabo actividades de formación para empleados públicos de los municipios de la provincia de Toledo en el manejo y uso de los mismos.

Los Ayuntamientos deberán cumplir con la normativa establecida por la Consejería de Sanidad y Asuntos Sociales de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha que regula el uso de los desfibriladores semiautomáticos externos fuera del ámbito sanitario (Decreto 9/2009, de 10 de febrero de 2009).

Los desfibriladores solo podrán ser usados por las personas autorizadas que hayan superado el curso de formación correspondiente, desarrollado por la Diputación en colaboración con el Colegio Oficial de Médicos de Toledo. Cada Ayuntamiento estará obligado a inscribir en esos cursos a un mínimo de dos personas.

Los Ayuntamientos también asumen el compromiso a la instalación adecuada de los desfibriladores y su correcto mantenimiento, conforme a las normas establecidas para tal fin.

La utilización de los DESA se basa en el paso de fuertes choques eléctricos entre los parches situados en el pecho del paciente. Los DESA son dispositivos computerizados, fiables y seguros que liberan una descarga eléctrica a las víctimas de un paro cardiaco súbito. Utilizan mensajes visuales y verbales para guiar la actuación de los resucitadores y son adecuados para su utilización por personas ajenas al mundo sanitarios o profesionales sanitarios.

La relevancia del uso de estos desfibriladores queda de manifiesto en el dato conocido de que el paro cardiaco súbito es la principal causa de muerte en Europa, afectando aproximadamente a 700.000 personas cada años. La rapidez y la eficacia en la actuación aumentan considerablemente las posibilidades de recuperación.-